de cólera y el devastador terremoto
La llegada del huracán Tomás se ha convertido en otra pesadilla para Tomás, con vientos máximos sostenidos de 140 kilómetros por hora, lo que amenaza al más del millón de supervivientes del devastador terremoto de enero que les dejó viviendo en los campamentos que aún habitan.Las lluvias asociadas al huracán han causado las primeras inundaciones enla isla y se han cobrado sus primeras víctimas: cinco muertos, dosdesaparecidos y seis heridos. Los meteorólogos han alertado de queel aumento del nivel del mar constituye el principal peligro para el país. La ciudad de Léogane (oeste de Puerto Príncipe), por la que pasan varios ríos, se ha inundado y una parte de la población se encuentraen grandes dificultades. De hecho, Tomás ya se cobró el jueves su primeravíctima en el país, un hombre cuyo vehículo fue arrastrado por las inundaciones provocadas por el río Glace en la localidad de Duchiti,departamento de Grand Anse (suroeste).Además, otras 15 personas han muerto al paso del huracán por el Caribe. En República Dominicana, fronteriza con Haití, 8.400 personas han sido evacuadas. La mayoría se encuentra en casa de familiares o amigos, salvo los 21 que han sido acogidos en los refugios oficiales. Unas 1.680casas se han visto afectadas, según el Centro de Operaciones de Emergencias.En Haití, algunos campamentos están siendo evacuados y las escuelas se hancerrado para utilizarse como refugios. Las autoridades locales estánrecomendando a los que siguen viviendo en tiendas de campaña que se muden a un refugio más seguro. En este sentido, una de las principales amenazas son los desplazamientos de tierra, que podrían arrastrar los campamentos. Los techos de casas se han levantado por el viento en Beaumont e Irois (suroeste).El aeropuerto internacional de Puerto Príncipe ya se ha cerrado y ha cancelado todas sus operaciones debido a los efectos que ya provoca la tormenta. No está previsto que reabra hasta el sábado.En la capital, lejos de los campamentos, muchos de los haitianos que se lo pueden permitir (se estima que más del 70% de ellos vive en la pobreza)se han lanzado a los supermercados y han agotado las existencias deproductos básicos como el pan, que no podía encontrarse en comercios dePetion Ville, un área residencial de gran actividad. Por eso, al no tener nada que vender, algunas panaderías echaron antes de hora el cierre, al igual que algunas oficinas que sólo trabajaron media jornada y dejaron a sus empleados marcharse a sus casas o a lugares seguros.Otro temor es que la lluvia pueda empeorar la epidemia de cólera que ha dejado ya centenares de muertos. El miércoles funcionarios de la salud aseguraron que los casos de cólera se habían incrementado en un 40%, informa la BBC, y el número de muertos había ascendido a442. Solo desde el sábado han muerto 105 personas.Más de 2.000 personas fueron evacuadas el jueves del campo haitiano dedesplazados internos de Corail a un hospital cercano para prevenir queel cólera se propague aún más, según informó la Organización Internacional de Migración (OIM). Las operaciones de evacuación continúan en varios departamentos, particularmente en los del sur, mientras que en Gonaïves (norte), las autoridades de la prisión evacuaron a los 214 prisioneros,según ha informado la Protección civil.Tomás, el decimotercer huracán de la temporada en la cuenca atlántica, se está desplazando al sureste de Cuba y se halla a unos 150 kilómetrosal sureste de Guantánamo.
http://www.elpais.com/articulo/internacional/huracan/Tomas/convierte/pesadilla/Haiti/elpepuintlat/20101105elpepuint_1/Tes
de cólera y el devastador terremoto
La llegada del huracán Tomás se ha convertido en otra pesadilla para
Tomás, con vientos máximos sostenidos de 140 kilómetros por hora, lo
que amenaza al más del millón de supervivientes del devastador terremoto
de enero que les dejó viviendo en los campamentos que aún habitan.
Las lluvias asociadas al huracán han causado las primeras inundaciones en
la isla y se han cobrado sus primeras víctimas: cinco muertos, dos
desaparecidos y seis heridos. Los meteorólogos han alertado de que
el aumento del nivel del mar constituye el principal peligro para el
país. La ciudad de Léogane (oeste de Puerto Príncipe), por la que
pasan varios ríos, se ha inundado y una parte de la población se encuentra
en grandes dificultades. De hecho, Tomás ya se cobró el jueves su primera
víctima en el país, un hombre cuyo vehículo fue arrastrado por las
inundaciones provocadas por el río Glace en la localidad de Duchiti,
departamento de Grand Anse (suroeste).
Además, otras 15 personas han muerto al paso del huracán por el Caribe.
En República Dominicana, fronteriza con Haití, 8.400 personas han
sido evacuadas. La mayoría se encuentra en casa de familiares o amigos,
salvo los 21 que han sido acogidos en los refugios oficiales. Unas 1.680
casas se han visto afectadas, según el Centro de Operaciones de Emergencias.
En Haití, algunos campamentos están siendo evacuados y las escuelas se han
cerrado para utilizarse como refugios. Las autoridades locales están
recomendando a los que siguen viviendo en tiendas de campaña que se
muden a un refugio más seguro. En este sentido, una de las principales
amenazas son los desplazamientos de tierra, que podrían arrastrar los
campamentos. Los techos de casas se han levantado por el viento en
Beaumont e Irois (suroeste).
El aeropuerto internacional de Puerto Príncipe ya se ha cerrado y ha
cancelado todas sus operaciones debido a los efectos que ya provoca
la tormenta. No está previsto que reabra hasta el sábado.
En la capital, lejos de los campamentos, muchos de los haitianos que se
lo pueden permitir (se estima que más del 70% de ellos vive en la pobreza)
se han lanzado a los supermercados y han agotado las existencias de
productos básicos como el pan, que no podía encontrarse en comercios de
Petion Ville, un área residencial de gran actividad. Por eso, al no tener
nada que vender, algunas panaderías echaron antes de hora el cierre, al igual
que algunas oficinas que sólo trabajaron media jornada y dejaron a
sus empleados marcharse a sus casas o a lugares seguros.
Otro temor es que la lluvia pueda empeorar la epidemia de cólera que
ha dejado ya centenares de muertos. El miércoles funcionarios de la
salud aseguraron que los casos de cólera se habían incrementado en
un 40%, informa la BBC, y el número de muertos había ascendido a
442. Solo desde el sábado han muerto 105 personas.
Más de 2.000 personas fueron evacuadas el jueves del campo haitiano de
desplazados internos de Corail a un hospital cercano para prevenir que
el cólera se propague aún más, según informó la Organización Internacional
de Migración (OIM). Las operaciones de evacuación continúan en varios
departamentos, particularmente en los del sur, mientras que en Gonaïves
(norte), las autoridades de la prisión evacuaron a los 214 prisioneros,
según ha informado la Protección civil.
Tomás, el decimotercer huracán de la temporada en la cuenca atlántica,
se está desplazando al sureste de Cuba y se halla a unos 150 kilómetros
al sureste de Guantánamo.
Apenas restan tres meses para que se cumpla el primer aniversario del devastador terremoto de Haití en el que unas 300.000 personas perdieron la vida. Cuando esta fecha llegue, miles de imágenes invadirán las portadas de diarios e informativos recordando aquel fatal día. Pero hasta entonces, este país sigue en el olvido y sólo nos viene a la memoria cuando ocurre algún desastre natural como el huracán Tomas. Sin embargo, ignoramos que el cólera afecta a miles de personas y que ya se ha cobrado la vida de casi un centenar de ciudadanos y, eso no es todo, puesto que la situación seguramente empeorará tras los últimos efectos de la tormenta tropical de esta semana. Sin duda, lo más preocupante es que miles de personas continúan viviendo en tiendas de campaña y en condiciones infrahumanas. Por este motivo, me pregunto qué se ha hecho con la ayuda de la comunidad internacional o si estas ayudas no eran más que promesas políticas. Está claro que Haití no interesa a las grandes potencias puesto que carece de recursos naturales. Sin embargo, está bien saber que fue la primera colonia de color en independizarse o que a pesar de las terribles condiciones, el país celebrará el próximo 28 de noviembre unas elecciones. No sabemos si ese día Haití será noticia, posiblemente lo sea si se producen altercados entre la población pero, para eso todavía hay que esperar. De momento, Haití continuará en el olvido informativo.
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